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Arte, arquitectura popular y religiosa

 

 

 

 

 

 

Su historia se remonta miles de años, desde los primeros moradores que dejaron su huella a través de monumentos funerarios, la búsqueda y explotación de oro, la fundación del monasterio de Obona, siendo punto clave del Camino de Santiago del Interior o Primitivo.

Entre los monumentos megalíticos prehistóricos habría que destacar el dolmen de Merillés, en el alto de las Cabanas, el dolmen de Baradal, en la parroquia del mismo nombre, y el túmulo-dolmen de Truébano, próximo a la capital del concejo.

En lo referente a la arquitectura religiosa de la villa de Tineo, destaca la iglesia parroquial o convento de San Francisco, de factura románica un tanto desfigurada por las reformas y con una torre del siglo XIII. En una estancia junto al coro se alberga el Museo de Arte Sacro.

El edificio quizás más representativo de la arquitectura civil de la localidad es el Palacio de los García de Tineo, levantado a finales del siglo XIV y remodelado posteriormente, que hoy alberga la Casa de Cultura. Algo más tardío es el Palacio de Merás, reedificado en el siglo XVI sobre otro preexistente. 

En las afueras, junto al Camino de Santiago, se levanta la Ermita de San Roque, hito de los peregrinos, que preside el Campo de San Roque, lugar de celebración de la romería del mismo nombre.

En este concejo, diseminado de iglesias y capillas de gran interés, son notables: El Monasterio de Obona, el Monasterio de Bárcena, la iglesia de Santiago Cerredo, con elementos del siglo XV, y la iglesia de San Martín de Calleras.

En cuanto a la arquitectura civil desperdigada por las cuarenta y cuatro parroquias y testigo de la pujanza de la hidalguía rural tinetense habría que citar el espléndido palacio de Omaña en Rozadiella, levantado en 1640 y con capilla anexa, los palacios de los Francos-Flórez en Arganza y Sobrado, la Casa de los Giraldo en Calleras, los restos del palacio de las Morteras en Santiago Cerredo, el palacio de los Menéndez de Luarca en Sangoñedo, la Casa de Peláez en Santa Eulalia, la de los Rojas y el palacio de los Queipo de Llano en Santianes, la Casa de Peláez Campomanes y la Casa del Fraile en Sorriba.

En Tuña tenemos numerosas casas-palacio como la casa natal del General Riego, la Casa de la Torre, la Casona de Cienfuegos así como los palacios de Cabo del Río, de Barreiro y de Flórez Valdés. Todos ellos de propiedad privada.

Debemos mencionar también nuestra arquitectura popular, tanto en hórreos como casas, caleiros, molinos o cortines, abundantes y variados que hacen más atractivo nuestro concejo.