Estas en:

Recorriendo la Villa de Tineo

 

Tineo, capital del concejo, es una importante villa de la zona occidental de Asturias.

Notable ya durante el Imperio Romano, por la explotación de sus recursos auríferos, obtiene la Carta Puebla en tiempos de Alfonso IX y la instituyó, en 1222, como paso obligado de los peregrinos que se dirigían desde Oviedo a Santiago de Compostela por el Camino Primitivo. Tal fue la influencia de Tineo en la zona occidental, durante los siglos XII al XV, que el sector geográfico suroccidental llegó a denominarse "las Asturias de Tineo".

Declarada Conjunto Histórico, destacan sus barrios de Pico la Villa y Fondos de Villa, por sus muestras de arquitectura rural asturiana y etnográfica.

 

AYUNTAMIENTO:

Se encuentra en un edificio de principios del siglo XIX que después en el siglo XX fue reformado, añadiendo el pórtico y los detalles decorativos de la fachada. Cuenta con escudos de linajes tinetenses realizados por la escultora del concejo, Pilar Fernández.

Antiguamente el lugar de reunión de las juntas del concejo se hacía en el convento de san Francisco, pero el tiempo hizo necesario una ubicación y un edificio más acorde, con lo que se adquirió una casa pajar en el centro de la villa. La 1ª sesión municipal se celebró en 1835. 

BARRIO DE CIMADEVILLA:

En el barrio de Cimadevilla se conserva el ambiente rural y ganadero del viejo Tineo, siempre de vital importancia. Este barrio, al igual que Fondos de Villa, estaba esencialmente formado por gentes del campo, esto se demuestra en la tipología de sus casas, normalmente bajas y con corredores en el piso superior y con entrada directa a la calle, cuadra a uno de los lados, y las edificaciones anexas imprescindibles para la conservación de los alimentos como son los hórreos y paneras.

Por acuerdo en el año 1925 se construyó un lavadero cubierto junto con un abrevadero. Más que una fuente era un arroyo que incluso movía un molino cuyos auténticos restos aún pueden contemplarse cerca del actual lavadero.

CALLE MAYOR:

Fue el eje urbano más importante de la villa durante la época medieval y renacentista, encontramos algunas casas que siguen mostrado orgullosas sus heráldicas piedras de armas.

Encontramos los restos del hospital de peregrinos "Mater Christi", hospital de pobres, mendigos, caminantes y peregrinos, mencionado ya en 1274 y vinculado a la Orden del Temple. Los destrozos de la ocupación francesa y la desamortización de Mendizábal acabaron con él. Durante las primeras décadas del siglo XX, sirvió como escenario a una compañía local de teatro.

MONUMENTO A MALDONADO Y MONUMENTO AL CONDE CAMPOMANES:

Pedro Rodríguez de Campomanes, nace en Sorriba de Tineo en 1723. Fue una gran figura del movimiento político, intelectual y económico del siglo XVIII conocido por la Ilustración. La obra es del escultor asturiano Vicente Santarúa, inaugurado en el año 1991.

José Maldonado González nace en Sobrado de Tineo en 1900. Fue el político que, en plena transición, tras la muerte de Franco y la restauración de la democracia en España, disuelve las Instituciones Republicanas españolas en el exilio. Fallece en Oviedo en 1977.

PALACIO DE LOS GARCÍA DE TINEO:

La construcción civil más notable de la villa, restaurada hace años y convertida en la Casa Municipal de Cultura, fue una de las más importantes casas nobiliarias del concejo, propietaria de poderes, privilegios y un extenso patrimonio rural.

El núcleo original del palacio es un torreón medieval de planta circular con estrechas saeteras situado en la esquina noreste, de finales siglo XII o principios del siglo XIII. La fachada comenzó a construirse a mediados del siglo XIV, esta es el símbolo arquitectónico de la villa de Tineo, y más adelante se le fueron añadiendo distintos elementos decorativos, de ahí la combinación de distintos estilos arquitectónicos: de estilo gótico, son la puerta de entrada, el arco apuntado con grandes dovelas, el escudo de armas de la familia Tineo y Maldonado y la ventana de doble arco, apoyado en columnita, con pequeños añadidos a modo de cortinas enmarcado en una moldura adornado con perlas. Y de estilo barroco, los balcones volados. 

IGLESIA DE SAN PEDRO:

Se encuentra en el solar del desaparecido monasterio de San Francisco. Una leyenda atribuye la fundación de este convento al propio san Francisco en su peregrinación a Santiago, aunque realmente, parece que fue fundada por la Orden del Temple y regida desde el siglo XIII por los franciscanos. Este convento protagonizó importantes capítulos en la vida de la villa y promovió la cultura con cátedras de latín, filosofía y teología, pero también el esplendor pasó.

Conserva la primitiva torre románica y la portada del mismo estilo con elementos de transición al gótico. De gran valor es la puerta de entrada, del siglo XIV, con hojas de madera de roble, adornada con herrajes.

Dentro de sus instalaciones se localizan las piezas que anteriormente se encontraban en el Museo de Arte Sacro.

PLAZA DE LAS CAMPAS:

Existió en este lugar una fortaleza de origen medieval, con una muralla que se extendía desde la iglesia del cementerio hasta la plaza actual del El Fontán. Se destruyó para facilitar el ensanche de la villa y en 1912 se derribó el último torreón.

Fue en esta plaza, donde el 27 de junio de 1899 tuvo lugar el último ajusticionamiento público a garrote vil de la historia española. El reo, Rafael González Gancedo, vecino de La Azorera, fue condenado por la muerte de su esposa y su hijo. Este caso inspiró durante años numerosas coplas de feria cantadas por ciegos y trovadores ambulantes.

En este mismo lugar, fue fusilado por los franceses en 1809, Pedro del Tronco, quien destacó por su valor frente a los invasores y fue tomado prisionero y sentenciado a muerte. 

PRIMITIVO TEMPLO DE SAN PEDRO:

Dejó de ser la sede parroquial en 1880. Sólo se conserva una nave, un profundo ábside abovedado, estrechos tragaluces y un retablo del siglo XVIII. El resto se derribó para ampliar el cementerio.

En su fachada se levanta un ejemplar de Araucaria, árbol traído de Hispanoamérica por un monje de Corias.

PLAZA DEL FONTAN:

Esta plaza fue hasta hace poco el eje comercial de la villa, ya que en este lugar se celebraba el mercado de ganado ovino y porcino y era el corazón de los mercados semanales de los jueves.

PALACIO DE MERÁS:

"En medio de la villa de Tineo, al inicio de la calle Pío Cuervo, se alzan las elevadas torres del soberbio edificio que desde tiempo inmemorial desafía y aguanta el envite del tiempo y la carga de los siglos...." (Jovellanos).

Construido en 1525, constituye uno de los mejores ejemplos de arquitectura civil palaciega del siglo XVI en Asturias.

Tras la rehabilitación del inmueble, conservando su aspecto original, actualmente alberga un hotel y el Museo de Antigüedades Valentín Alba.

PASEO DE LOS FRAILES:

Llamado así porque por allí paseaban los frailes hasta el campo de San Roque, forma parte del recorrido del camino de Santiago en su entrada a la villa de Tineo. Destaca por sus maravillosas vistas y por sus árboles milenarios.

En él se encuentra el Reloj solar del peregrino con una inscripción que dice: "VIATOR HORAM ASPICE ET ABI VIAM TUAM" (Caminante mira la hora y sigue tu camino).  

CAPILLA DE SAN ROQUE:

En plena ruta jacobea. Se construyó en el siglo XIV cuando los peregrinos franceses hicieron popular la imagen del santo acompañado de un perro, cuenta la leyenda que fue el santo quien la construyó.

Junto a ella, se ubica la fuente de las Musas, con aguas de buena calidad que son frescas todo el año, por su procedencia de las nieves invernales de las montañas.  

BOLERA DE SAN ROQUE:

Si nos acercamos al siglo pasado, sabemos que los Bolos de Tineo han sido siempre el deporte autóctono de esta zona. Su práctica y afición siempre estuvieron unidas a la vida cotidiana de los habitantes de Tineo. Las boleras se ubicaban, en su mayoría, cerca de las iglesias, aprovechando la salida de misa para jugar una partida entre los amigos. En esta modalidad, destaca sobre todo su abultado número de bolos, record no sólo en las modalidades y en los juegos de España, sino también de Europa. 

CAMPO DE SAN ROQUE:

Símbolo de la personalidad de los tinetenses en el que cada 16 de agosto se reúnen para celebrar las fiestas del mismo nombre, declaradas de Interés Turístico Regional.

 

 Tiene más información en el folleto "La Villa de Tineo"